lunes, 28 de febrero de 2011

Letras del Tesoro

Letras del Teroso


Dentro de los distintos activos que emite el Tesoro Público, las letras del tesoro sean quizás las más conocidas, dado que ha sido un “destino” tradicional del ahorro de las empresas y particulares.
Lo primero que tenemos que hacer al hablar de las letras del tesoro, es definirlas.
Las letras del tesoro, es un activo emitido por el Tesoro Público con un vencimiento inferior o igual a los 18 meses y que tiene un nominal de mil euros.  Son valores emitidos al descuento por lo que su precio de adquisición es inferior al importe que el inversor recibirá en el momento del reembolso. La diferencia entre el valor de reembolso la letra, mil euros y su precio de adquisición, será el interés o rendimiento generado por la Letra del Tesoro.
El importe mínimo de cada petición es de 1.000€ y las peticiones por importe superior  han de ser múltiplos de mil euros. Importante recalcal que las letras se emiten mediante subasta.
El Tesoro Público emite Letras del Tesoro con tres plazos distintos. En primer lugar, Letras del Tesoro a seis meses. En segundo lugar, Letras del Tesoro a un año. En tercer y último lugar, Letras del Tesoro a dieciocho meses.
La inversión en este activo se puede realizar de dos formas.
1.       Compramos el activo en el mercado secundario a una entidad gestora que se compromete a recomprárnoslo en un momento y precio predeterminados en el momento de la compra. Así, podemos ajustar el plazo de nuestra inversión a nuestras necesidades. Las empresas utilizan este tipo de operatoria para rentabilizar sus puntas de tesorería invirtiendo por períodos muy cortos, una semana, quince días, un mes, etcétera.
2.       Adquiriendo el activo en el momento de su emisión y manteniéndolo hasta el vencimiento. En este caso deberemos elegir aquella emisión que más nos interese por la vida del activo, tiempo hasta su amortización que puede ser de dieciocho, doce o seis meses.
La inversión en este tipo de activos está sujeta a una serie de costes y gastos que varían sustancialmente a través de quién realicemos la inversión. Si realizamos la inversión a través del Banco de España, consta de una única comisión a la amortización en concepto de transferencia, ya que no podemos tener cuenta de dinero en el Banco de España y por tanto a la amortización del activo nos hará una transferencia para abonarnos el nominal en una cuenta que hayamos designado previamente. Si por el contrario la inversión se realiza a través de entidades financieras, la comisión es a la compra o a la venta o amortización.

Quiero cerras este post de las Letras del Tesoro con un importante articulo periodístico sacado de el economista.
“El rendimiento de las Letras del Tesoro puede llegar hasta el 4,5% este año.
La deuda pública española continúa opositando para ganarse una plaza en la cartera de los inversores. Lo está haciendo posible la prolongada secuencia de subidas de los tipos de interés por parte del Banco Central Europeo (BCE), que está aportando un atractivo creciente a los títulos emitidos por el Estado porque éstos cada vez ofrecen unos intereses más apetecibles para los ahorradores.

Desde diciembre de 2005, la institución monetaria europea ha elevado el precio oficial del dinero del 2 al 3,75 por ciento, un proceso que ha ido nutriendo las rentabilidades de la deuda. En este mismo periodo, el rendimiento de las letras del Tesoro a doce meses ha repuntado del 2,65 al 4,24 por ciento. En el caso de los bonos a diez años, el incremento ha sido más moderado: del 3,47 al 4,36 por ciento.

Estas rentabilidades -las más altas para las letras desde 2001 y desde 2004 para los bonos- ya contienen noticias agradables para los inversores. Así, superan con creces el encarecimiento del coste de la vida, puesto que la inflación española se encuentra ahora en el 2,5 por ciento; también baten el interés que ofrecen las cuentas remuneradas, que no alcanza el 4 por ciento.
Aún tiene munición

Por lo tanto, la deuda pública cada vez cuenta con más argumentos a su favor para recuperar el terreno perdido como alternativa de inversión. Ahora bien, aún quedan asuntos por resolver, puesto que el BCE todavía guarda munición en la recámara. Para empezar, está previsto que eleve los tipos el próximo 6 de junio, hasta situarlos en el 4 por ciento, un movimiento al que podría seguir otro más, también de un cuarto de punto, en septiembre u octubre.

¿Cómo puede afectar esta situación a los rendimientos? Aunque a priori podría parecer que este entorno es propicio para que sigan aumentando, entre los expertos el veredicto no está tan claro. De hecho, no se descarta incluso la posibilidad de que las rentabilidades se mantengan en los niveles actuales. Así, las previsiones para las letras oscilan entre el 4,25 y el 4,5 por ciento, es decir, entre 1 y 26 puntos básicos -100 puntos equivalen a un punto porcentual- por encima del nivel actual. En cuanto a los bonos, los pronósticos se mueven entre el 4,35 y el 4,6 por ciento, cuando en la actualidad el rendimiento se encuentra ya en el 4,35 por ciento.

Las opiniones de los economistas se dividen, por lo tanto, entre quienes consideran que el mercado ya ha ajustado los próximos pasos del BCE, de ahí que los rendimientos no deberían apartarse de los niveles actuales, y los que creen que aún deben incorporar las siguientes decisiones de la institución europea, por lo que las rentabilidad aún pueden subir más.


Cómo actuar

Esta fragmentación también salpica a los inversores, ya que si los rendimientos no van más allá, puede ser momento de incrementar la inversión en deuda pública, mientras que si las rentabilidades prolongan su ascensión, sería aconsejable esperar unos meses para capturar unos intereses más elevados.

Los expertos, sin embargo, sí dan más pistas en este sentido. De momento, tienen claro que tampoco hay que volcarse en exceso con la deuda pública, sobre todo porque las perspectivas sobre la bolsa continúan siendo mayoritariamente positivas. "Yo seguiría infraponderando la renta fija sobre la variable", reconoce José Luis Martínez, estratega en España de Citigroup.

Y en caso de querer incrementar el peso de la deuda, tampoco varían demasiado el discurso de los dos últimos años. "El corto plazo -las letras- es más recomendable que el largo plazo -los bonos-", apunta Virginia Romero, de Ahorro Corporación. "Los bonos continúan sin ofrecer un rendimiento comparativamente más alto que compense el riesgo de que su precio baje y que les dé atractivo frente a la deuda a corto plazo", añade David Cano, de AFI.

Así pues, las letras, que ofrecen casi tantos intereses como los bonos y baten la inflación, son la alternativa más fiable. Lo son ahora, y lo serán más aún si, en efecto, su rentabilidad llega al 4,5 por ciento.

Espero que os sirva de interés,

Un Saludo.

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