miércoles, 16 de febrero de 2011

BASILEA III


Cuando leemos el título del artículo, nos hacemos todo tipo de preguntas, sobre qué significado tiene. Pues bien, para comenzar con este post, vamos a definir en primer lugar que es Basilea III.
Basilea III es un acuerdo histórico entre los bancos centrales y los supervisores, para reforzar la solvencia,  la liquidez y endeudamiento  de las entidades de crédito. El objetivo principal de esta nueva normativa es evitar, en la medida de lo posible, crisis financiera, o en el caso que se produzca,  que las pérdidas las asuman las propias entidades bancarias y No los impuestos de los ciudadanos ni los bancos centrales.
Entre los elementos más destacados de Basilea III está la exigencia de más y mejor capital. A las entidades se les exigirá más capital mediante unos requerimientos más altos en relación a los activos ponderados por el riesgo, así como mediante una ratio de apalancamiento y digamos unos colchones de capital para utilizar en situaciones de crisis.
La importancia del acuerdo se centra en los requisitos de capital que deben cumplir los bancos a partir de 2019. Los criterios actuales se han endurecido, ya que se exigía en las reservas un 2% de los créditos concedidos o de las inversiones realizadas, y con la nueva normativa, Basilea III, será del 7%.
La fecha de adaptación límite, aún queda lejos, pero muchas entidades ya están intentando cumplir las nuevas exiencias, dado que el mercado de capitales está siendo muy estricto con aquellos que necesitan liquidez y acuden al mercado en busca de la misma. Los expertos afirman que para los grandes bancos no habrá problemas, y sin embargo para las cajas el esfuerzo, será considerable.
Los nuevos requerimientos de liquidez impulsados por Basilea III obligarán a transformar los balances de las entidades, lo que podría perjudicar a la banca comercial tradicional.
Con Basilea III se favorece la transformación de fondos de inversión y de pensiones en depósitos bancarios. Basilea III exige un menor apalancamiento de las entidades, un factor que aporta estabilidad financiera y económica, pero que limita las inversiones de todo tipo.

El ciudadano de a pie va a notar y mucho la implantación de Basilea III.
Para adaptarse a la nueva situación, las entidades de crédito van a tener que cambiar su modelo de negocio, retribuirán menos por los depósitos y cobrarán m-as por el dinero que presten. Los accionistas, podrán encontrarse con ampliaciones de capital así como recortes en los dividendos.

La banca española se ha puesto en alerta ante el borrador emitido por el Comité de Basilea para  la regulación del sistema financiero. Basilea III pone en peligro los acuerdos de bancaseguros. La nueva normativa financiera  que se está fraguando va a obligar a recomponer la relación entre aseguradoras y entidades financieras.


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